¿CÓMO SE ORGANIZAN LOS INDIGNADOS ?

, par Jose Ignacio Benito Climent


Foto anónima.

El origen de la organización de los indignados es la asamblea. La asamblea es la célula de la sociedad moderna. En España sus orígenes los encontramos en el movimiento libertario del siglo XIX. Las asambleas de los indignados se constituyen en la puerta del sol y después en cada una de las ciudades y pueblos de España. Las gentes llegan de manera espontánea a las plazas o ágoras donde se encuentran diversos individuos en todo tipo de condiciones sociales de exclusión, explotación, marginación, despidos masivos, etc. Desde jóvenes parados, profesores, trabajadores/as, madres y padres, niños/as, etc.

La acampada de las plazas fue la metodología seguida por los indignados de España. Acampar en los nodos centrales de las ciudades. Además de asambleas es necesario en un principio cuando se acampa en las plazas de las ciudades crear distintas comisiones de infraestructura, comunicación, gestión y articulación de las acampadas, diálogo con negocios vecinos, limpieza, etc. Se ha podido ver la importancia de las asambleas porque una vez ha finalizado el movimiento de ocupación de las calles, las distintas asambleas han seguido organizándose en los barrios por asambleas hasta hoy, esperando los momentos propicios para volverse a manifestar otra vez y siendo cada vez más individuos en rebeldía. El debate actual entre Democracia real ya y el 15M radica en si pueden o no hacer uso de la violencia dado el momento actual de asedio del pueblo por el estado derechista. Sobre todo en Valencia este debate sobre si violencia sí o no ha sido bastante acusado.

Las redes sociales han sido indispensables para fomentar la intercomunicación entre los individuos que se informaban en tiempo real de lo que estaba ocurriendo en las plazas, pero las nuevas tecnologías no explican por sí solas la rebelión de los llamados indignados. No olvidemos que el 15M fue denominado así por los mass-media, relacionando el texto ¡Indignaos ! de Hessel con el movimiento de jóvenes desheredados.
La segunda es que la política debe basarse en sentimientos morales y que el sentimiento moral básico es la indignación ("lo insoportable" que diría Michel Foucault rizando el rizo). Ernest Tugendhat, que es uno de los grandes filósofos vivos, hablaba de tres sentimientos morales : la culpa (y aquí también la vergüenza), la indignación y el resentimiento, según estuvieran referidos a una mala acción que hacemos, que contemplamos o que padecemos. La palabra resentimiento, quizás por influencia nietzscheana, no me gusta, y pienso que la de indignación está bien para referirnos a esta reacción que tenemos delante de lo que nos parece inaceptable, sea porque nos lo hacen a nosotros, a los demás o a ambos. Pero hay que recuperar esta palabra contra otra que es la indiferencia Hay que estar harto y ceder ante los indiferentes, que para justificar su cinismo o pasividad empiezan a relativizar estos sentimientos como algo subjetivo y discutible .

El último texto de Hessel junto con el filósofo Edgar Morin, Camino a la esperanza expone prácticas más concretas de desarrollo de la solidaridad como en las casas solidarias, el combate contra la injusticia y el retorno al vínculo con la naturaleza a través del uso de energías renovables y un consumo justo. Siempre apelando al compromiso ético sartriano. Globalizar y desglobalizar el mundo según convenga en base a un consenso ético.

Para asegurar el buen vivir, será necesario revitalizar la solidaridad. Proponemos crear casas de la Fraternidad en las ciudades de tamaño medio y grande, así como en los barrios de metrópolis como París.

Sin embargo, pienso que hay textos sobre los indignados como el de Marcos Roitman Rosenmann o artículos como los de Josep Fontana que aclaran mucho mejor la situación española y los movimientos sociales que no los propios textos franceses.

Gracias a la supresión de controles sobre sus actividades, que culminó durante la presidencia de Clinton, las entidades financieras pudieron lanzarse a un juego especulativo con derivados y otros productos de alto riesgo, que parecían más propios de un casino de juego que de la banca, mientras los dirigentes de la Reserva Federal estimulaban el optimismo de los especuladores, rebajando los tipos de interés y animando al público a que gastase, a que comprase casas con créditos hipotecarios e invirtiese en operaciones financieras de riesgo.

De hecho, si leemos el texto de Stéphane Hessel no dice nada más que un testimonio poco defenido y una llamada a la rebelión desde la indignación que ya Platón (ca. 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C.) en la Carta VII expuso con claridad :
Viendo, digo, todas estas cosas y otras semejantes de la mayor gravedad, lleno de indignación me inhibí de las torpezas de aquel periodo. No mucho tiempo después cayó la tiranía de los Treinta y todo el sistema político imperante .

o Baruch de Spinoza (siglo XVII) en su Ética :

Aunque la indignación parezca ofrecer la apariencia de equidad, lo cierto es que se vive sin ley allí donde a cada cual les es lícito enjuiciar los actos de otro y tomarse la justicia por su mano .

De lo que se trataba tanto para uno como para otro, era constatar el cambio de un gobierno de inequidades o indignidades a un gobierno digno de llamarse demócrata o ya ni demócrata sino justo. Estos movimientos sociales que analizamos aquí siguen la misma dinámica antigua de indignación social ya reflexionada y ahora activada por las condiciones sociales derivadas de una estafa global.

Para comprender los movimientos sociales españoles contemporáneos tenemos que aprender a distinguirlos, ya que no es lo mismo hablar del 15M que de Democracia real ya (DRY). Sin embargo, la gente confunde ambas plataformas y ambos respetan su representatividad frente a los medios de comunicación. Por ejemplo, este año invité a ambas plataformas a un programa de radio en la Universidad Politécnica que se llama Cruce de caminos y que lo dirige Carmen Laínez, poeta y pintora valenciana para tratar sobre Movimiento, revueltas y acciones, y las mismas plataformas no lograron decidirse a la hora de acudir a los medios por la misma horizontalidad de los mismos. Lo cual conlleva un problema a la hora de dar publicidad a sus demandas. La asamblea decide siempre por consenso, respetando la horizontalidad se elijen a sus representantes. El líder no tiene cabida, lo cual es una idea libertaria de hace dos siglos.

A estos movimientos ciudadanos les ha seguido un aumento de la violencia policial en España y criminalización de los mismos movimientos sociales, por miedo a la fuerza que ha tomado la indignación social en España. Por lo tanto, estamos hablando de criminalización de las organizaciones y manifestaciones ciudadanas. Así como del endurecimiento del código penal contra la resistencia ciudadana.

El común de los mortales españoles se plantean la siguiente cuestión en las calles cuando hablan con sus amigos, familiares o con cualquiera sobre este fenómeno de indignación :
¿Está destinado a desaparecer o a fortalecerse ? ¿puede acabar en una revolución y un cambio de paradigma más humanista y democrático ?

De hecho, actualmente en España se considera un delito la resistencia pasiva frente a las autoridades. Mostrar una flor a un policía sería considerado un delito. Los últimos arrestos en el Estado español de la secretaria del sindicato anarco-comunista CGT de Barcelona, Laura Gómez y de sindicalistas de CGT en la fábrica de SEAT por la Guardia civil quienes se los llevaron esposados del trabajo muestran el nuevo paradigma conservador de la derecha española. Parece que asistamos a la vuelta a los años treinta españoles. España llena de lecheras o furgonetas repletas de policías estatales recorren las calles a cualquier hora como si el delito estuviera latente por cualquier lugar. Cualquier español puede ser un criminal y los extranjeros son acosados por la policía porque representan la figura del criminal en sí misma. Un cualquiera del común puede ser un criminal en potencia. Además de la supuesta seguridad aparente que proporciona a los votantes de derechas. Pero la masa puede estallar en cualquier momento como dice Elias Canetti en Masa y Poder .

El 15M en EEUU también ha tenido un gran crecimiento gracias a las sucesivas subversiones españolas. El 15M newyorkino llamado Occupy Wall Street se ha desarrollado en distintos estados como Okland. Empezando por la llamada por los mismos indignados norteamericanos la Plaza de la libertad (parque Zucotti), en las inmediaciones de la zona cero. En Francia el movimiento ha sido más minoritario debido quizás a los efectos menos acuciados de la crisis. Aunque las máximas como la de No nos representan y la ocupación de una veintena de personas reafirman la expansión de la indignación global.

Las acciones de los indignados abren el dilema sobre dos figuras que son necesarias, pero en las que hay que encontrar un equilibrio. La del sabio y el activista. Un sabio sin más no es un sabio, un activista sin conocimientos tampoco es un activista. Lo ideal es el activista que sabe o que es consciente de lo que hace al llevar la teoría a la praxis. Y este híbrido de sabio y activista son los jóvenes hiperformados y activistas españoles que han ocupado libremente y espontáneamente las plazas de España.

Se mueve y se despierta una conciencia ciudadana y social que frente a los despropósitos de los políticos y los mercados no quieren ceder más, porque saben que si no, el futuro será todavía más incierto para ellos. La desnacionalización de la nación como dice la socióloga holandesa Saskia Sassen en Una sociología de la globalización es uno de los mayores peligros de la globalización y si no salimos de esta anestesia democrática nuestros derechos van a quedar a la altura de China y nuestros bancos en manos extranjeras y cuando digo nuestros bancos nuestros ahorros y también nuestros recursos para sobrevivir.

La crisis ha sido un detonante, pero sobre todo que las minorías del estado español se hayan dado cuenta que tal crisis es una estrategia de mercado que se basa en insuflar miedo y una vez deprimido el cuerpo social se le expolia como cuando los ladrones entran en tu casa y estás durmiendo o preso por el pánico.

Foto de El Seco .

No importa el número de las tiendas de acampada en Valencia, sino el número de las tiendas en todo el estado español (unas 400) y que en cada pueblo y ciudad emergiera esta necesidad de recuperar el lazo social aniquilado por el Capitalismo salvaje que logró escindir el vinculo social a través del individualismo narcisista exagerado. Un compañero activista, El Seco, uno de los fotógrafos del 15M en Valencia y que trabaja con la asociación activista de izquierdas Ca Revolta, me contaba que una chica echo a llorar diciendo que nadie le había enseñado a no consumir y compartir, y que lo descubrió por primera vez en la plaza del 15M. Las acampadas han sido una estrategia de ocupación de un espacio público como es una plaza, o el ágora como la llamaban los antiguos griegos y las plazas son eso, lugares donde encontrarse y aprender, no lugares donde no puedes sentarte para que vayas a consumir a cualquier lugar. En la cultura capitalista lo económico se pone por encima de lo dialógico, y lo segundo es más humano que lo primero.

Cuando me preguntan si el movimiento de los Indignados está muerto, para nada creo que esté muerto, el 15M sigue vivo en los barrios y el 12 de mayo se vio una vez más su fuerza social. Como dice Marcos Roitmann Rosenmann en su libro sobre Los indignados. El rescate de la política editado por Akal, mucho mejor que el de Hessel por cierto, existe una teoría de la conspiración que ejercida desde poderes estatales quiere modificar la opinión acerca de la fuerza que puede tener este movimienton social. Su miedo es no llegar a controlarlo y el síntoma ha sido por ejemplo, la detención de jóvenes indefensos y menores por la policía nacional con la ayuda de la policía local valenciana. El que no era golpeado en la calle Xàtiva es porque no pasaba por allí. La violencia fue excesiva y propia de un estado terrorista. De hecho, el jefe de policía de Valencia ha pedido el traslado al extranjero después de estos altercados mal gestionados. Este jefe de policía comparó a los jóvenes ciudadanos españoles con el cuerpo del enemigo. La cual cosa me parece bastante aberrante y propia de un estado fascista.

Foto J. Ignacio Benito Climent.

En relación al dilema si los Indignados son antisistema o están a favor del mismo, creo que se puede ser antisistema estando en el sistema, pero tiene un peligro el sistema te carcome por las inequidades que vislumbras en lo cotidiano de tu trabajo. Hay quienes resisten a las injusticias del sistema y quienes se conforman con cualquier cosa que el sistema les haga aceptar a cambio de pequeños privilegios que les ponen por encima de aquellos que son sus iguales.

El problema de los Indignados creo que ha sido la dificultad de la organización y los surgimientos de personalismos. También se ha buscado deteriorar su imagen a través de la crítica de sus líderes como Fabio Gándara. La teoría de la conspiración diseminada a través del rumor es lo que más daño ha hecho al movimiento social de los Indignados. Los filósofos deberíamos pararnos junto con los psicólogos a estudiar el papel del rumor como instrumento que facilita la diseminación de ideologías a través del discurso de la gente, como parte de arriba abajo. Como ya lo están haciendo ciertos cognitivistas.
Los intelectuales de toda índole deben sumarse a esta iniciativa, de hecho casi todos estos son activistas en distintos sectores como la justicia (Baltasar Garzón), las ciencias (Federico Mayor Zaragoza) o la literatura (José Luís Sampedro). La resistencia puede tomar muchas formas y hay una resistencia ilustrada que está en el fondo o en la educación de toda rebeldía . Aunque con distintos matices, según de quien hablemos. De todas formas, está bien que los intelectuales no se queden al margen de estas iniciativas.

Foto de El Seco.

El control del discurso político es necesario para una estrategia de sabotaje del discurso político del conservadorismo español e internacional, como bien explica el lingüista norteamericano de lingüística cognitiva George Lakoff en No pienses en un elefante
¿Por qué durante una campaña presidencial, en las campañas para el Congreso, etc, cuando el futuro del mundo se veía amenazado por la proliferación nuclear y el calentamiento global, alguien hablaría todo el tiempo de los valores familiares ?

o el lingüista valenciano Manuel Asensi en Crítica y sabotaje :

Digamos que la lección que la crítica como sabotaje aprende de ese activismo histórico es la no necesidad de colaborar con los límites que marca un texto, o mejor dicho, o la negativa a estar de acuerdo con el modelo de mundo y el silogismo que presenta. Sería posible formular, desde esta óptica, una nueva figura de lector o espectador : la del lector « desobediente » .

Progresistas que enmarcan (estrategia cognitiva para entender…) el discurso conservador o lectores desobedientes son los individuos que representan una multiplicidad de activistas en rebelión contra una sociedad que se depauperiza en derechos mientras enriquece a unos miles de personas, oligarquías de familias ricas que se reparten los poderes y las riquezas de los estados nada más se nombra al presidente del partido de un Estado lo primero que hacen es repartir las cuotas de poder.

Foto de El Seco.

Los gestos políticos o las performativas de los indignados
Dentro del movimiento de los Indignados se inventó un nuevo lenguaje para entenderse las multitudes. Por ejemplo, levantar las manos al aire moviéndolas significa estar de acuerdo, darle vueltas a las manos que se pase la palabra. Hay gente que siempre quiere monopolizar la palabra y se le obliga de algún modo a cederla a los demás. Los brazos cruzados significan indignación, las manos alzadas ante la policía la indefensión, al igual que estar sentado en la vía pública. Todas estas prácticas biopolíticas quieren castigarse con la nueva ley que penaliza la resistencia pasiva. Se castiga un nuevo lenguaje democrático dando más peso a la violencia o mejor dicho, tortura policial. Estos policías y quienes les autorizan a actuar de este modo deberían ser juzgados por agresión contra la ciudadanía en el buen uso de sus derechos constitucionales de resistencia y desobediencia civil.

¿Qué podemos esperar finalmente de estos movimientos sociales internacionales y del caso español concretamente ?
El 12 de mayo se celebró un año del 15M y los movimientos sociales salieron igual o más fuertes que otras veces a las calles. La resistencia está activa en los barrios, sobre todo en determinados barrios más izquierdistas como Russafa o Patraix en Valencia y cuando hay motivos surgen de las calles como una marea humana que inunda las calles de nuestro país y los balcones se pueblan de personas mayores golpeando sus cazos como en el corralito argentino o podemos ver mítines imprevistos de ciudadanos conscientes de la realidad que están viviendo e incluso la última vez pude ver un chico con síndrome de Down bailar al ritmo de las batucadas desde el balcón de su casa en una zona céntrica de Valencia. No es maravilloso que otro mundo sea posible. El capitalismo se va a acabar o por lo menos, hagamos fuerza para que eso ocurra.